Cuando en el exterior hace un tiempo espantoso, es un placer realizar una inspección de la vivienda con termografía. Lo que importa es la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior. Por tanto, tanto si hace un frío glacial como un calor insoportable en el exterior, la termografía puede revelar más problemas siempre que el aire interior esté regulado.
En Departamento de Energía explica que la tecnología de infrarrojos ayuda a encontrar zonas ocultas por las que se pierde calor. También muestra dónde se gana calor. Ambas situaciones pueden resultar caras. Por eso infrarrojos puede hacer que las inspecciones de su casa tengan más valor y más que ofrecer que algunas de la competencia.
El tiempo invernal ayuda a mostrar la pérdida de calor y las corrientes de aire
La pérdida de calor y las fugas de aire encarecen el invierno. Cuando el costoso aire caliente se escapa por el techo, el tejado, las paredes y las ventanas, el sistema de calefacción tiene que trabajar más. Y eso provoca facturas más elevadas.
En invierno, la termografía puede revelar una pérdida de calor drástica. Cuanto más fría sea la temperatura en el exterior, más evidente será la representación en la pantalla de la cámara termográfica. En el interior, la cámara puede localizar las zonas por las que se cuela el aire frío.
El verano hace más evidente la captación de calor solar
Al igual que la pérdida de calor en invierno causa estragos en una casa, también puede hacerlo la ganancia de calor en verano. El aire frío no es tan propenso a la transferencia como el calor. Pero el sol del verano puede pasar al interior, haciendo que el aire acondicionado trabaje más.
El calor del verano ayuda a una cámara termográfica a revelar esta ganancia de calor solar. Las ventanas son especialmente propensas a dejar pasar el calor. Pero los tejados también pueden calentarse, al igual que las paredes. Y cuanto mayor sea la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior, más drásticas serán las variaciones de calor en la superficie y los resultados en la pantalla de la cámara.
La termografía también funciona en primavera y otoño
Las temperaturas extremas del invierno y el verano son buenas, pero realmente no hay una estación incorrecta para utilizar la termografía. Las diferencias de temperatura son un problema, independientemente de la época del año. Representan incoherencias en el aislamiento, ventanas en mal estado, fugas de aire e incluso la presencia de agua. Y puede fingir las condiciones adecuadas si es necesario.
La carga térmica, según el Departamento de Energía, ayuda a mejorar la precisión de las imágenes térmicas en climas suaves. Poner en marcha el aire acondicionado o la calefacción, según la estación, puede aumentar la pérdida o ganancia de calor. Suelen ser necesarios varios días de carga térmica antes de que la vivienda esté lista. Algunos inspectores también utilizan una prueba de puerta soplante junto con la termografía para exagerar las fugas de aire.
La termografía es una gran herramienta para el inspector de viviendas. Y a diferencia de las decenas de miles de dólares que pueden costar algunas cámaras, ahora hay en el mercado opciones más asequibles. Algunas cuestan apenas unos cientos de dólares y funcionan en combinación con un smartphone.
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