Si cree que la inspección de viviendas siempre ha formado parte de la experiencia de comprar una propiedad, quizá le sorprenda saber la verdad. Sin duda, a lo largo de los años, muchos compradores han pedido a un amigo o carpintero experto que inspeccionara la vivienda, por así decirlo, antes de hacer una inversión tan grande. Pero hasta la década de 1970, la inspección de viviendas tal y como se conoce hoy en día no existía.
El sector evoluciona hoy a un ritmo cada vez más rápido. Cada vez hay más estados que conceden licencias, los compradores son más inteligentes y la competencia exige a los inspectores de viviendas un esfuerzo adicional. Dentro de 20 años, el sector actual podría parecer totalmente anticuado.
He aquí dónde ha estado la inspección de viviendas y hacia dónde es probable que se dirija en el futuro.
Antes de inspeccionar la vivienda, los compradores confiaban en la red de amigos
Los compradores de principios de los años setenta no contaban con un inspector de viviendas que les informara detalladamente de los defectos. En su lugar, las personas que no conocían los entresijos de la construcción de una casa entraban en la compra relativamente a ciegas o pedían a un amigo o familiar que les echara una mano.
Pedir a un amigo que investigara la propiedad planteaba dos problemas evidentes. En primer lugar, el vendedor podría no permitir el acceso. No estaban obligados a dejar entrar a nadie. Eso sigue siendo cierto hoy en día, pero los vendedores tienden a conceder el acceso antes que perder la venta. En segundo lugar, no había uniformidad en el sector. Lo que una persona consideraba un defecto podía pasar desapercibido para otra.
Los años setenta trajeron los primeros signos de organización
A medida que más Baby Boomers se convertían en propietarios y el mercado inmobiliario se disparaba, la necesidad de inspecciones fiables de las viviendas se hacía mucho más evidente. Según el inspector John Bowmanla "inspección del contratista" estaba a la orden del día. Al fin y al cabo, ¿quién sabía más de construcción de viviendas que alguien que participaba en su construcción?
Por desgracia, la inspección del contratista de principios de los años 70 se centró principalmente en los problemas estructurales. Una casa es mucho más que la estructura. Un tejado nuevo nunca ha sido barato, como tampoco lo ha sido reparar una caldera o la fontanería. Bowman explica que la "inspección de viviendas" era la siguiente ola de una industria que estaba evolucionando para abarcar lo que los propietarios realmente necesitaban saber.
Las asociaciones de inspectores de viviendas transformaron el incipiente sector
A mediados de los 70, los inspectores de viviendas que habían trabajado de forma independiente se pusieron de acuerdo e imaginaron una forma mejor. Nacieron la California Real Estate Inspection Association y la American Society of Home Inspectors. Probablemente las conozcas como CREIA y ASHI, y siguen existiendo hoy en día.
Las asociaciones de inspectores de viviendas han trabajado para crear uniformidad en el sector y previsibilidad para los clientes de las inspecciones de viviendas desde mucho antes de que ningún estado interviniera con normativas. Cuando aparecieron esas normativas, los líderes de las asociaciones ayudaron a crearlas.
Los años 80 trajeron cambios radicales y nuevas responsabilidades
En 1984, todo volvió a cambiar. En el caso civil de California, Easton vs. Strassberger, el tribunal decidió que los agentes inmobiliarios tenían la obligación de inspeccionar los inmuebles residenciales en venta. Los agentes se apresuraron a protegerse contra los litigios y promovieron la legislación que trasladaba la responsabilidad de la información al vendedor. Los vendedores no estaban contentos y los agentes tampoco, así que nació una nueva versión de un antiguo contrato que volvía a trasladar la responsabilidad, esta vez al comprador.
California es responsable de instituir una disposición para que los compradores de vivienda contraten a un inspector independiente. Varios estados estuvieron de acuerdo con la disposición californiana y adoptaron sus propias versiones. Con los compradores responsables de contratar a un inspector para proteger sus intereses, surgieron los inspectores de viviendas en todo el país. En 1985, Texas empezó a regular el sector, y eso se ha extendido también por todo el país. Virginia ha sido la última en exigir la licencia de inspector de viviendas.
El futuro lleva la inspección de viviendas a nuevas cotas
Hoy en día, los compradores son más conscientes de los riesgos que corren al comprar un inmueble. Y aunque puede que no entiendan todas las partes de una casa, saben que alguien sí lo hace. Ese "alguien" es un inspector de viviendas certificado. Cada año se incorporan más inspectores al sector. Esto genera competencia, lo que empuja a la inspección de viviendas a evolucionar una vez más.
Las nuevas tecnologías son el futuro. Todavía es posible realizar una inspección de una vivienda con poco más que una linterna, un formulario de inspección y un bolígrafo, pero los inspectores con visión de futuro aprovechan la tecnología para mejorar el valor de sus inspecciones. Las imágenes térmicas pueden detectar fugas de energía e infiltraciones de agua Los drones simplifican y hacen más seguras las inspecciones de tejados. Los vehículos controlados por radio entran en los espacios de acceso restringido, incluso a poca profundidad. Hoy en día, la inspección de viviendas está impulsada por la competencia, y eso es bueno para todos los implicados.
El sector de la inspección de viviendas tiene unos orígenes humildes, pero no tan lejanos en la historia como cabría pensar. Desde hace poco más de 40 años, la gente se ha organizado para ofrecer información valiosa a los compradores de bienes inmuebles. Imagínese lo que nos depararán los próximos 40.
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