Más Estados piden licencias para inspectores de viviendas

Usted es un inspector de viviendas responsable, o se está formando para serlo. Pero, ¿qué pasa con el vecino de al lado? Si vive en un estado que no exige licencia, es posible que los clientes nunca sepan lo que van a encontrar. Por eso, las zonas que no exigen licencia están presionando para que sea una realidad.

En algunas zonas se han denunciado problemas importantes, como grandes defectos pasados por alto e incluso agresiones físicas dentro de la vivienda. Eso deja preocupados a los posibles clientes y recelosos a los legisladores. Pero aunque no tenga licencia en su zona, puede esforzarse por proteger a los consumidores y proteger su buen nombre en el proceso.

La inspección de viviendas es un oficio relativamente nuevo

Aunque se han construido, comprado y vendido inmuebles prácticamente desde los albores de la historia, la inspección de viviendas no nació hasta la década de 1970. En comparación con muchas industrias, aún está en pañales. Antes de eso, los compradores compraban una casa sin tener ni idea de su estado o se apoyaban en amigos de confianza y entendidos, así como en expertos del sector de la construcción, para evaluar una casa antes de la venta.

La inspección de viviendas evolucionó a partir de una necesidad definida. Pero las normativas tardan en evolucionar. No existía ninguna cuando se crearon CREIA, ASHI y otras asociaciones estatales y nacionales. Por eso todas las asociaciones tienen Normas de Práctica Profesional. A falta de reglamentación, las Normas proporcionan a los inspectores de viviendas un sólido conjunto de directrices a seguir.

Los malos inspectores perjudican a todos

La ausencia de normas ha dejado la puerta abierta a estafadores y delincuentes. Ciertamente, esos son raros. En general, los inspectores de viviendas se esfuerzan por hacer un trabajo minucioso que sirva al cliente. Los inspectores dependen de las recomendaciones, y nadie quiere recomendar a un mal inspector. Así que, además de beneficiar al cliente, al inspector le interesa hacer un buen trabajo.

Por desgracia, basta una manzana podrida para echar a perder todo el cesto. Esto es especialmente cierto cuando es tan fácil para los clientes que han sido estafados correr la voz tanto en las noticias como a través de grupos de defensa del cliente en línea y servicios de referencia, como Angie's List. El problema es que pocas personas se enteran de todos los grandes inspectores que están trabajando duro. Es ese mal ejemplo el que atrae la atención de todo el mundo y mancha la reputación de todos los demás.

Qué puede hacer usted

Las asociaciones de inspectores de viviendas, tanto a nivel estatal como nacional, trabajan con diligencia para mantener el buen nombre de los inspectores e impulsar un sector bien formado y profesional. Cada una de ellas tiene un Código Ético similar al que deben seguir, y las Normas de Práctica sólo varían ligeramente de una asociación a otra. La mayoría exige una formación continua para conservar la condición de miembro.

Cuando se afilia a una asociación, demuestra que es un profesional en el que se puede confiar. A falta de una normativa estatal que regule la concesión de licencias, la afiliación refleja su compromiso con la defensa del buen nombre de los inspectores de todo el mundo. Puede que los clientes entiendan ahora la importancia de pertenecer a una asociación, pero es una oportunidad de marketing que le permite educar al público.

Basta un mal informe en su zona para que los clientes de todo el mundo se lo piensen dos veces antes de contratar a un inspector de viviendas. Y es una verdadera lástima. Cuando los clientes optan por no someterse a una inspección, corren el riesgo de comprar un pozo de dinero o incluso una casa peligrosa para vivir. Y eso también afecta a su cuenta de resultados.

Ponga de su parte para reforzar su buen nombre y el de los inspectores de todo el mundo. Si su estado no exige licencia, considérelo una oportunidad para demostrar su valía a los compradores de viviendas y a otros clientes del lugar donde vive y trabaja.

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